No son unas botas cualquiera. Son el reflejo de la dualidad entre la elegancia y el atrevimiento. Cruela no sigue tendecincias, las impone. Inspiradas en la teatralidad del Barroco, donde cada detalle importaba y nada se dejaba al azar, pero con la audacia del estilo Gótico , que juega con el misterio y la intensidad del nergo.